Violencia doméstica

El Día nos sorprendió a las dos felices y enamoradas en mi cama. Violento, me agarró del pelo para estrellarme contra el suelo de la realidad. Yo, cobarde, ni me volví para ver qué le ocurría a ella. A improperios y empujones me arrastró por las muchas obligaciones de la mañana sin que un solo […]