Trasteando en el desván me ha dado por airear los pensamientos
He colgado las sombras luego de enjuagarlas con espuma de actualidad
He lavado tu recuerdo
¡y vaya si ha perdido negrura!
He sacado esa mancha de tinta que hace tiempo y a propósito vertiste en mi corazón
He enjabonado, restregado y aclarado el rojo de mi orgullo
¡y vaya si quedó reluciente!
He colgado la húmeda mancha de soledad dejando que el sol la seque
Por último, he tirado la maleta de recuerdos que nunca viniste a recoger
¡anda que no estorbaba en los rincones!
Y fíjate tú,
el corazón no me ha dado brinco alguno, como suele decirse en los poemas.